Juliane Koepcke es una bióloga peruana, de ascendencia alemana,que en 1971, a la edad de 17 años, sobrevivió a la caída de su avión en la selva peruana.
El incidente
Juliane es hija de dos alemanes que emigraron a Perú para seguir los pasos de sus padres. El 24 de diciembre de 1971 abordó, junto a su madre —la ornitóloga Maria Koepcke—, un vuelo hacia la ciudad de Pucallpa, Perú, para visitar a su padre, el biólogo Hans-Wilhelm Koepcke.
El avión había ingresado en un frente intenso de tormenta y, mientras volaba a una altura de 3000 metros, fue golpeado y destruido por un rayo.
Juliane se mantuvo firmemente aferrada a su butaca gracias al cinturón de seguridad.
Cuando el avión finalmente se estrelló contra la tierra, su única lesión grave fue una fractura de clavícula.
Su primera reacción fue buscar a su madre y al resto de los pasajeros, pero no tuvo éxito. Mientras se hallaba concentrada en esta tarea halló algunos dulces, que serían luego su única comida durante varios días.
Supervivencia en la selva
Horas después encontró un arroyo,y siguiendo las enseñanzas de su padre sobre supervivencia,comenzó a seguir el curso del agua. Su padre le aseguraba que si seguía la corriente de agua de un río o arroyo, tarde o temprano llegaría a un asentamiento humano. Caminó bordeando el arroyo, aunque a veces se veía obligada a adentrarse en él, donde flotaba o era arrastrada por la corriente.
Por las noches le resultaba casi imposible dormir a causa de las picaduras de los insectos, y además sus heridas comenzaron a infectarsey a llenarse de gusanos.
Luego de nueve días de caminata por la selva,descubrió un bote amarrado cerca de una choza. Este bote tenía motor y, cerca de la choza, había una lata de gasolina.
Recordando lo que su padre le había aconsejado para ocasiones así,echó gasolina en sus heridas, lo que hizo que todos los gusanos y larvas murieran o salieran de su carne. De uno de sus brazos vio salir al menos 35 de ellos.
Pero Juliane no robaría el bote; es por ello que decidió esperar allí a que apareciera su dueño. Luego de unas horas llegó un leñador, que utilizaba la choza como refugio.
El leñador limpió las heridas en el cuerpo de Julianey al día siguiente iniciaron un viaje en bote de unas 7 horas que la llevaría a un aserradero. Desde allí la transportaron a un hospital, donde finalmente recibió tratamientos médicos adecuados.
¿Cómo logró sobrevivir a la caída?
Tal como sucedió con Vesna Vulovic, muchaspersonas han especulado sobre cómo podría alguien sobrevivir a la caída de un avión.
En este caso hubo muchos factores a favor de Juliane:
- En primer lugar ella permaneció asegurada a su butaca gracias al cinturón,lo que constituye un elemento vital en la supervivencia.
- La butaca de Juliane era la del medio, en una fila de tres. Cuando las butacas se desprendieron del avión, éstas permanecieron soldadas a la que ocupaba Juliane, y pudieron actuar como paracaídas.
- Los fuertes vientos causados por la tormenta la ayudaron a planear en vez de caer a plomo.
- La densa vegetación de la selva ayudó también a amortiguar el impacto de la caída.
En su supervivencia fueron también esenciales todos los consejos que le dio su padre,lo que la llevó a seguir la corriente del arroyo en vez de vagar sin rumbo a través de la selva, lo que hubiera significado con toda seguridad su muerte.
La vida actual de Juliane
Actualmente Juliane es bióloga, y la única superviviente de ese vuelo que llevaba 93 personas a bordo, entre pasajeros y tripulación.
En una entrevista de 2010 dijo:
Tuve pesadillas durante años, obviamente como resultado de mi tristeza por la pérdida de mi madre y todas las personas que perdieron su vida allí.Ese dolor vuelve una y otra vez. La pregunta de “¿por qué fui la única superviviente?” me atormenta, y me perseguirá toda la vida
Su historia ha inspirado películas y documentales incluyendo “Milagro en el infierno verde”, una película italiana del año 74,y”Las alas de la esperanza” (Wings of Hope en inglés)del año 2000.
