Darya Saltykova era una rusa perteneciente a la nobleza, famosa por haber torturado y matado a muchos de sus sirvientes, particularmente mujeres jóvenes.
Podemos considerarla como la Elizabeth Bathory de Rusia ya que disfrutaba matar y torturar mujeres jóvenes. Sus crímenes fueron atroces y su final, horrible.
Darya Saltykova
Darya nació en 1730 en el seno de una familia noble. Se casó muy joven —no sabemos exactamente a qué edad— con un noble llamado Gleb Salykov, con lo cual se convirtió en condesa.
Tuvieron dos hijos y cuando ella cumplió 26 su marido murió súbitamente.
Darya heredó todas las propiedades de su esposoy se convirtió en la viuda más rica de Moscú. Se mudó a la mansión Troitskoe de esa ciudad, donde vivió con sus hijos y más de 600 sirvientes.
El amante
Un día conoció al joven Nikolay Tyutchev y ambos iniciaron una relación. Desafortunadamente para Darya, Nikolay conoció también a otra mujer joven, y se enamoró de ella.
Los dos decidieron casarse en secreto pero Darya lo descubrió y, llena de ira, les ordenó a sus sirvientes que mataran a los recién casados.
Los sirvientes dieron aviso a la pareja para que tuvieran tiempo de huir de Moscú y que Darya no pudiera consumar la venganza.
Durante su matrimonio con Gleb, Darya siempre fue una mujer tranquila y muy religiosa,que realizaba frecuentemente donaciones a la Iglesia.
Luego de la traición de su amante algo cambió para siempre en Darya.
Las torturas y los asesinatos
Luego de la traición y después de la venganza fallida, Darya comenzó a saciar su ira con sus sirvientes.
La viuda comenzó a golpearlos cuando, de acuerdo a su propia opinión, no habían limpiado correctamente el palacio; fue entonces cuando descubrieron que ella disfrutaba los maltratos.
Ella se fortalecía golpeándolos y se ensañaba particularmente con las doncellas y con aquellas mujeres a punto de casarse.
Entonces las torturas comenzaron a tornarse más crueles. Los golpes eran tan fuertes que les rompían los huesos, y, además, les echaba agua hirviendo.
Otras veces les arrancaba las orejas con pinzas al rojo vivo o, mientras se encontraban completamente desnudos, los dejaba en la calle, haciendo que se congelaran hasta morir.
Su furia no disminuía ni siquiera frente a los niños, y de hecho no tenía inconvenientes en matar pequeños o mujeres embarazadas.
Hubo quien intentó denunciar a la sádica condesa, pero era ella una mujer muy poderosa, con muchas conexiones, y la policía era corrupta.
Así, con frecuencia, aquellos que terminaban presos eran quienes se atrevían a denunciar a Darya.
El arresto
En 1762 dos sirvientes, Sakhvely Martynov y Ermolay Ilyin, lograron escapar del edificio y de Moscú, y pudieron llegar a San Petersburgo.
Ermolay había perdido tres esposas a manos de Darya, y estaba determinado a hacerla arrestar.
Los dos denunciaron a la condesa frente a la emperadora Catalina II, quien inició una investigación.
Darya fue arrestada y puesta en prisión por seis años mientras la investigación continuaba. Las víctimas sobrevivientes estaban demasiado aterrorizadas para hablar pero, eventualmente, la policía logró reunir suficiente evidencia.
Se cree que Darya mató a 139 personas, de las cuales sólo tres eran hombres; no obstante, sólo fue enjuiciada por 38 asesinatos.
Luego del juicio fue llevada a una celda subterránea en el sótano de un convento,donde pasó 11 años en una celda sin ventanas.
Todos los días una monja le llevaba comida y una vela encendida, que se extinguía inmediatamente después de que Dariya terminaba de comer, dejándola cada vez en una oscuridad total.
Luego de 11 años de encierro en ese sótano, fue llevada a una celda con ventana, donde permaneció hasta 1801, el año de su muerte.