Tamara Samsonova es una amable abuela rusa con la afición de matar y (quizás) comer a la gente.
En 2015 fue descubierta tratando de deshacerse del cuerpo de una amiga suya de 79 años después de hervir sus restos.
Aquí está su historia.
Tamara Samsonova: la abuela destripadora rusa
En agosto de 2015, se descubrió un cuerpo mutilado en un distrito de San Petersburgo, envuelto en una cortina de ducha. Se trata de Valentina Ulanova, una mujer de 79 años que vive con una cuidadora, su vecina Tamara.
Una vez que la investigación está en marcha, los videos de las cámaras de vigilancia del edificio donde vivía la mujer muestran las imágenes de Samsonova saliendo siete veces durante una noche con extrañas bolsas de plástico. Lo que será encontrado en su apartamento dejará a los investigadores sin palabras.
¿Quién es Tamara Samsonova?
La abuela destripadora nació el 25 de abril de 1947 en la ciudad rusa de Uzhur. Se trasladó a Moscú después de graduarse en el Instituto Estatal de Lingüística de Moscú (conocido desde 1990 como Universidad Estatal de Moscú). Después de graduarse en idiomas se mudó a San Petersburgo, donde se casó con Alexei Samsonov.
Los vecinos la recuerdan como una mujer cariñosa, amable simpatica, aunque a veces un poco extraña. Sin embargo, nunca sospecharon lo que se escondía detrás de esa máscara.
Tamara trabaja en el turismo, cambiando a menudo de trabajo, hasta que encuentra trabajo en el hotel “European”, donde permanece durante 16 años.
En el año 2000 su marido desapareció sin dejar rastro y, a pesar de las busquedas policiales, nunca fue encontrado. Algunas teorías dicen que fue Sansónova la que se deshizo de su marido, pero por ahora no hay pruebas decisivas.
Tras la muerte de su marido, Tamara empieza a alquilar una habitación en su casa y es a partir de ese momento cuando encuentra la forma perfecta de matar pasando desapercibida.
Los asesinatos
El descubrimiento del cuerpo de Ulanova lleva a los investigadores a pesquisiar su apartamento y el de su cuidadora, que había estado viviendo con ella durante unos meses. En este último apartamento encontrarán una sierra de arco todavía sucia de sangre, la cortina de ducha rota y diarios perturbadores en los que Samsonova describe 11 asesinatos en tres idiomas: ruso, inglés y alemán.
Junto con los diarios, también se encuentran libros sobre magia negra, la pasión de Samsonova junto la por el famoso asesino en serie ruso Andrei Chikatilo.
En uno de sus diarios Tamara escribe que mató a su inquilino, Volodya, lo mutiló en el baño y luego dejó los restos en el barrio.
La confesión
Tamara Samsonova mientras saca la olla que contiene la cabeza de Valentina Ulanova
Tamara Samsonova confesará a los investigadores que fue ella quien mató a Valentina Ulanova después de una pelea por unas tazas para lavar. En ese momento Tamara estaba viviendo con su vecina porque meses antes, su apartamento necesitaba de trabajos de renovación. Valentina se había ofrecido a recibirla, pero una vez terminado los trabajos, Samsonova no quiso salir del apartamento, mucho más cómoda que el suyo. La relación entre ellas, por lo tanto, estaba comenzando a deteriorarse. Quizás esa discusión fue la gota que rebalsó el vaso y desencadenó algo en Samsonova, que en uno de sus diarios dice que quiere a Ulanova, a quien llama con cariño Valya.
Entonces decide comprar somníferos, los desmenuza y los pone en el plato favorito de su víctima, la ensaladilla rusa (un plato muy popular en Rusia, donde se conoce como “ensalada Olivier”), y luego se va a dormir. Se despertará a las 2 de la madrugada, encontrando el cuerpo de Valentina en el suelo, en la cocina. La mujer aún no está muerta, pero Tamara comienza a mutilarla, empezando por cortarle la cabeza, que hierve con las manos en una olla en la misma cocina de la victima. Luego procede a cortar los otros miembros y gradualmente se deshace de ellos. Y es precisamente durante el ajetreo de esta operación que las cámaras de CCTV del edificio la filman.
El arresto
Tamara es detenida y ante el juez dice que se merece un castigo. La mujer también es sospechosa de haber matado a un hombre hace 12 años, cuyos restos mutilados fueron encontrados en la calle donde vive Samsonova y cuya tarjeta de visita fue encontrada en el apartamento de la abuela destripadora.
El 26 de noviembre, exactamente cuatro meses después del descubrimiento del cuerpo de Ulanova, Tamara es sometida a un informe psiquiátrico, cuyo resultado muestra que la mujer es peligrosa para sí misma y para los demás.
Un mes después, es enviada a un hospital psiquiátrico en Kazán para recibir tratamiento.
No sabemos exactamente cuántos asesinatos ha cometido. Según sus diarios, mató a 11 personas y hay quienes dicen que también mató a su marido. Actualmente está siendo investigada por 14 asesinatos.