En el interior de la espléndida Villa Medici, situada en el corazón de Cerreto Guidi, en Toscana, Italia, se dice que un espíritu vaga en los alrededores. Hoy en día el edificio, construido a mediados del siglo XVI por Cosme I de Médicis, se ha convertido en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El mismo lugar se ha convertido en la tumba de su hija Isabella de Medici.
La tragedia
La tragedia tuvo lugar el 6 de julio de 1576, a manos de su marido Paolo Giordano Orsini. El matrimonio, que tuvo lugar en 1558, fue combinado por las dos familias.
Isabella era una chica hermosa, rebautizada como Estrella de Casa Medici por su belleza y su intelecto. Paolo Giordano Orsini era un soldado que amaba la caza y las mujeres hermosas.
Después de vivir unos años en Roma, Isabella regresó a su amada tierra en Toscana. Su marido, sin embargo, siguió velando por ella, enviando a su primo Troilo Orsini para que la controle. Los dos se enamoraron y Paolo Giordano Orsini no tardó mucho en darse cuenta del asunto. A pesar de ser mujeriego y fedifrago, Paolo Giordano Orsini no soporta la traición de su mujer y comienza a meditar sobre la venganza.
En julio de 1576 se acercó a Isabella, convenciéndola de participar en una cacería en los bosques de Cerreto Guidi, tras la muerte de su padre. Se han creado dos versiones diferentes sobre cómo se desarrollaron los eventos.
Según la primera versión, el 16 de julio, después de una fiesta por la cacería, Orsini propuso a su esposa una noche romántica, pero que en realidad la habría llevado a su muerte: con la ayuda de dos cómplices pasó el lazo de una soga bajada desde arriba alrededor de su cuello, colgándola de esta manera y castigando la traición.
La segunda versión, en cambio, la que cuenta el hombre, habla de una enfermedad mortal sufrida por la mujer mientras se lavaba el cabello.
Lo que es seguro es que poco después, Orsini decidió matar al marido de su amante, Vittoria Accoramboni, para poder casarse con ella.
Las apariciones de Isabella de Medici
En la villa de Cerreto Guidi todavía se puede ver la llamada “habitación de la soga“. Todos los que han pasado y se han quedado en ella han contado historias de fenómenos extraños e inexplicables.
El espectro de una mujer vestida con ropas del siglo XVI, presumiblemente Isabella, deambula por la villa, como una clásica Dama blanca sin paz. En 1953, una compañía americana que vino a investigar sacó a la luz algunas desapariciones inexplicables de objetos y la visión del propio fantasma.
A mediados de los años setenta, un joven estacionado en las calles de Cerreto, tras un accidente, declaró que había visto la luminosa silueta de una mujer. Le dijo que se llamaba Isabella y que vivía en la casa donde se celebraba la exposición de vinos.
Hasta la fecha, los avistamientos de Isabella tienen lugar en julio, en el Castillo de Bracciano, la finca de los Orsini donde la pareja se había alojado antes de las siguientes traiciones.
